Mi 24 mm biológico

Mi primer lente fue auspiciado por mis padres. Pase mucho tiempo viendo desde una apertura fija de f/ 2.8. Lo más curioso de todo, es que no solía tomar ninguna foto, pues siempre trataba de imitar a los fotógrafos que usaban una cámara analógica. Ellos no solían disparar como si fueran turistas, esperaban el momento preciso para hacer una toma, aún más sabiendo que los rollos tenían una capacidad de almacenamiento limitada.

Ese regalo, ese primer lente de 24 mm era mi ojo biológico. Ese fue el regalo que me dieron, que nos dieron a todos. Una cámara súper desarrollada en nuestro organismo y aún mejor, gratis. Tenía 26 años cuando decidí comprarme unas gafas, no sabía que tenía miopía. La cuarta parte de mi vida la pase viendo la vida como una fotografía de retrato.

Pero a todo esto y sin un manual de uso, me preguntaba ¿Cómo utilizar esta cámara?

Es por eso aquí te explico un poco de mi proceso, de mi forma de ver. Creo que cada uno debería desarrollar su olfato visual, primero siendo consciente de lo que sucede a su alrededor. Podemos encontrar en las cosas ordinarias de la vida algo extraordinario.

¿Cuál es mi forma de ver el mundo?

Te cuento un poco, quizá no son los consejos técnicos que desearías escuchar, pero espero que puedas compartir y sentirse identificado con estas:

1. Vitamina S

La inyección de vitamina diaria es salir a buscar la luz del sol, en lo particular me gustan las luces naturales. Como la luz amarilla de un sunset que al ser proyectada por las ciudades hace de las calles una escena poética. Por otro lado trato de observar cómo funciona la luz, pues del modo en que se iluminan los objetos o sujetos, cambiará radicalmente las sensaciones que esta trasmitirá, creando unas u otras sensaciones.

2. Voyeurismo pictórico

Una de las cosas que suelo hacer antes de tomar una foto a una persona o paisaje. Es ver desde todos los ángulos posibles, mientras más puntos de vista uno pueda tener, más rico serán las propuestas visuales para la foto. La clave está en ver como si fuera una tercera persona, de esta manera podrás capturar imágenes de manera cinematográfica. Esto le dará un toque más realista y no tan forzada ni actuada como otros estilos de foto.

3. Enfoque visual

Una de las cosas que he ido practicando a lo largo de mi vida, por mi condición miope, es enfocarme en las cosas que tengo cerca, mientras más cercano, más detalles y texturas puedo obtener del objeto. De esta manera puedo captar con más efectividad los detalles de una persona, como sus labios al besar, sus ojos al sonreír, la libertad de su cabello al bailar con el viento, las líneas de vida de nuestra palma, etc. En ambientes, la gota de lluvia en una ventana, el reflejo de una hoja en un charco de agua, etc. Estos detalles nos ayudan a comunicar una sensación sin decir una palabra, como ver un plano detalle de una piel erizada.

4. Tono nativo

Suelo tener religiosamente una salida a las 5:40 de la tarde, salgo a caminar o salgo en la moto a dar una vuelta para poder ver los efectos alucinógenos del atardecer. Suelo ver qué tonalidad tiene el cielo, los edificios, la luz amarilla proyectada en el ambiente y cómo esto influye en la tonalidad de las calles de la ciudad, dándole una personalidad única. Y si la luna nos apoya como un ornamento, el paisaje se ve aún más mágico. Suelo jugar a ver el sol y ver como esta me causa un destello natural en mis gafas, suelo ver de manera mágica los acontecimientos naturales. Así, aplico lo mismo a ciertas horas del día, a ciertas épocas y cambios de clima del día. Como el amanecer o cuando estas cerca de las montañas con la lluvia aproximándose, se puede observar como la neblina del frío adorna la parte superior de las montañas, provocando un escenario efímero e inimaginable que no se ve todos los días. Este tipo de observaciones nos ayudarán a tener una idea preconcebida al momento de proponer una foto.

Muchos se sentirán identificados cuando miran un paisaje extraordinario, desearían haber tenido una cámara para poder tomar la escena. Yo pienso lo contrario, e incluso siempre llevo mi cámara conmigo, pero no la utilizo. Muchas de todas las escenas no suelo tomarlas, porque sacar la cámara me distrae de lo que estoy disfrutando, y a veces es mejor que esas imágenes queden en nuestro banco de recuerdos privado. Que luego quizá podrán ser contadas con palabras y la expresión apasionante de ese recuerdo increíble podrá ser más fuerte que una imagen, que un sueño lúcido.

En fin, la vida a un diafragma de 2.8 suele ser muy poética, uno presta atención más a los detalles, a las personas que lo rodean, a lo que acontece en este momento, a unos metros a nuestro alrededor. Y la única fotografía retratada son los recuerdos. Misma capítulo de Black Mirror “The Entire History of You”. La única manera para tomar una foto, es comenzar con la que llevamos con nosotros mismos, viendo más allá de lo cotidiano, viendo lo que provoca la lluvia, el atardecer, la neblina a nuestro alrededor. Y sobre todo viajar, para conocer otras culturas, y otros fenómenos geográficos que enriquecerán tu olfato visual. Los viajes no solo te abren la mente, la conciencia, también te abre tu tercer ojo fotográfico que te ayudará a conseguir muy buenas fotos incluso trabajando con una cámara muy barata.

¿Cuál es tu forma de ver el mundo?

Cuéntame y sigamos ayudándonos a entrenar nuestro olfato visual.

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